martes, 2 de marzo de 2010

desde su orilla

Conversación en la merienda. Les oigo desde mi sitio y parece que hablan en serio. Están de exámenes.

Si aprendo a jugar bien al diábolo podré ganarme unas monedillas. Patinar en Carrefour ya puedo,  se me da muy bien. Me voy a tostar el pan, que está más bueno. Risas. Me sale un tres con veinticinco de media. Risas.  ¿Me dejarás vivir en tu casa? Pero a ti lo del diábolo no te sale. Bueno. Más risas. Cantan. Media hora.

Si yo fuera una madre de buen rollo y muuuy positiva, me fijaría sólo en la parte que se refiere a vivir unos con otros cuando se mueran de hambre con el diábolo. Pero ni eso. Risas.

4 comentarios:

sunsi dijo...

Una madre de buen rollo... los deja con sus risas. Como una hedbana pardilla que conozco. Ellos hacen piña con sus risas. Y la madre los deja que rían entre ellos"de buen rollo". Es una buena madre.

Seguramente será después el paño de lágrimas de los que reían durante media hora. Bendita madre. Generosa.

Buena noches, lolo.

lolo dijo...

Pues eso, Sunsi. Ya veremos cómo viene luego el torrente. Puf, qué pereza, con lo que me gusta que se rían.

ana dijo...

Entro despacito, para no descolocar nada.

... Si pudiéramos visualizar exactamente su orilla... quizá entendiéramos un poco más de lo que entendemos. En nuestra orilla nos tienen un poco "asín"... como entre apergollados y a la carrera limpia...

Un abrazo muyyyyy fuerte!!!
Qué bien que estés aquí, Lolo!!!

lolo dijo...

Ya m'has pillao.
A veces me dan ganas de estar en su orilla, pero no puede ser.
Gracias por venir, Ana.