Nada más llegar mimosas. Las descubrí por la mañana rebosantes, estalladas. Por dónde mirarlas, por dónde. Con una flor bastaba, pero ellas, derrochonas -deshaciendo mis números miopes y pequeños- suaves y generosas. Cogí una sola, pero no es lo mismo. Luego los almendros, frágiles y poderosos. A la suya. Esperando el fruto, parece que va a ser niña.
Antes no escuchaba. Al callarme descubrí series de tres, cuatro o cinco. Empecé a contarlas, a buscar el ritmo. Después aparté los cálculos porque se unieron otros. Llegaban de aquí y de allí; detrás de mí, delante o muy lejos. Me callé del todo y durante un rato escuché la música. No era algarabía; orden, concierto, sinfonía del silencio.
Puse todas mis colillas en un cucurucho, os lo recomiendo. Y al final las tiré en otro sitio, no fueran a manchar tantas cosas buenas.
11 comentarios:
Es curioso, llevo unos días dándole vueltas al mensaje encerrado en lo natural...y encuentro tus palabras. Saber mirar, escuchar, respetar...y encontrar generosidad fecunda en las mimosas y almendros..."sinfonías de silencio". Sabiduría en esencia.
Gracias.
Ese es el marco, imagina el nivelón. Creo que se trata de no desentonar, Mariapi. Gracias a ti.
Esa sinfonía del silencio...es un hallazgo y los pájaros sin nisiquiera mencionarlos.
(ahora cuando veo una mimosa me acuerdo de ti, lolo)
Bien por ese cucurucho volador.
Matemátiva divina.
Los frutos, colores, series, enlaces, organismos, estructuras arbóleas, céspedes, briznas, semillas volanderas, cortezas de corcho, pistilos, granos, sémolas, pétalos, aguas calcáreas, arroyos, gravas, arenas, limos, raíces, cadencias solares, fríos, inclinaciones de ejes terrestres, latitudes, longitudes, fondos marinos, amebas, medusas, plancton, chirretes, sardinas, pulpos, bandadas, reptiles, gusanos, colibrís, mamíferos, herbívoros, carnívoros, homínidos...
Observados por un homo sapiens.
Que se maravilla.
Ante...
La matemática divina.
lolo, no te sigo, debo tener mucho ruido de fondo, quizá tendría que bucear más...¿las colillas?
...apagaré la luz.
Un hallazgo que olvidamos. Se necesita empeño. Gracias por acordarte, blimun damimosa.
No sé si es matemática, armonía, belleza, música, filosofía, universo, física, astronomía, estaciones, poesía, geometría, arquitectura, orden, zoología, o es una sola flor, un sonido, un círculo. Pero es eso, Driver. Tú lo has descrito.
De noche o de día puede verse y oirse. Pero tú Tomae... te empeñas en el cucurucho. Pues mira, una colilla es lo que desentona. A estos efectos todos fumamos. Hay que mirar más las flores y los pájaros. Y por ser tú, mira también la lista de tu broder, compañero.
Otra cosa, Driver: tu comentario es de imprimirlo. Gracias, es el cuento más bonito que has escrito últimamente. Y encima no te lo has inventado.
Te leo... y me embobalico. Tiro el cigarrillo. Y limpio los cristales de las gafas que no tengo.
Gracias, lolo
Ya me gustaría a mí tener las gafas, que llevo, siempre limpias. Gracias a ti siempre, Sunseta.
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