lunes, 28 de febrero de 2011

no quieren que sea yo


Ha vuelto el frío, dicen. Pero es un engaño, creo yo. Lo que pasa es que los fabricantes de barritas, de planchas y de lechugas, han tenido que alterar la meteorología para ponerse al día  en la distribución por  todo este lado del mundo que quiere, de forma permanente y un año más, adelgazar. 

Están ahí acechantes. Pretenden que no tenga hambre, que olvide mis bocatas de imaginación y los de jamón, también los de jamón. Que me  alimente de apio, que la báscula me sonroje, que mis amigas no merienden, que me apunte a un gimnasio, que sude sin parar, que me compre un chándal, que aprenda otra vez a cocinar y que me ponga a correr, con la poca prisa que tengo yo. He dicho que no.

Ya regalé los vaqueros de antes, aquella talla  pasó. Mi cuerpo, que soy yo, me acompaña con sus quilos a cuestas. No puedo odiarlo porque soy yo. No van a convencerme los escuetísimos biquinis que las modelos usan para trabajar, ni sus acelgas tristes, ni sus tres litros de agua , entre otras cosas porque tienen muchos menos años que yo. Tampoco a ellas les convencerían mis vestiditos sueltos, los aperitivos que me regalo o la ilusión por comer, ya sé que no. Ese es el  truco, yo creo, quieren que no sea yo. Les he dicho, como siempre, que no. 

8 comentarios:

sunsi dijo...

Y olé, hedbana. Di que sí. Se confunde la gordura insana, mórbida... con el estado natural que llega cuando transcurren los años. Es una obsesión. A veces ... narcisismo.

Justo tocas un tema... "Tú eras delgadísima" Es verdad. Lo era, era, era.... Incluso daba asquito...
Habrá que repasarse la teoría aristotélica del cambio...

Un beso, compañera de cuitas...

Mariapi dijo...

"Mi cuerpo, que soy yo"...eso es un nudo gordiano fundamental para tantas cuestiones...

Gracias, qué compañía tus palabras.

lolo dijo...

El estado natural, eso es Sunsi. Y conste que admiro a las y los que se cuidan si es un cuidado de verdad humano y natural. Siempre que se tenga en cuenta la edad, los gustos, el propio cuerpo, que a cada uno le ha salido de una manera... gracias a Dios. Ahora se le llama salud a cualquier cosa, esto daría mucho que hablar. Es un tema de los que más me gusta discutir... sí, discutir.

Y además, oye, que no.

lolo dijo...

El día que lo entendí, Mariapi, me pasé semanas enteras repitiéndolo sin parar. Todo un descubrimiento que explica y resuelve y ayuda y tranquiliza y unifica y... en fin. Que sí.

Gracias a ti.

mariajesusparadela dijo...

Cuánta razón tienes: los pocos placeres que me quedan, yo tampoco estoy dispuesta a renunciar a ellos.

tomae dijo...

...si Michelín leyera esto, ¡igual no te daba estrellas amiga lolo!

pssst...te cuento no se lo digas a nadie, el otro día saco a mi suegra a bailar, y al agarrarle, por la cintura (en plan bien) le comento... "pues estos flotadores van bien para agarrarse"...jajaja...es que no se bailar mucho... oye...pero no te rías ¡que es mi suegra! y la quiero mucho...

besos lolo!

lolo dijo...

Sí, mariajesús, tengo razón. Lo que pasa es que explicarle esto a alguien que lleva toda la vida luchando contra su cuerpo no es fácil. No son sólo los fabricantes, es mucho más lo que juega en otra dirección.

lolo dijo...

De Michelin me gustan las guías verdes. Y las suelo seguir. La roja no la uso. Y unas ruedas nuevas no me vendrían mal. Gracias por venir, Tomae.