martes, 11 de enero de 2011

tiempo ordinario

Se llama ordinario al tiempo en que suceden las cosas previstas, en fila de a una. Es decir, el que viene ahora.

Con los Reyes se marchó el bullicio en casa, las visitas de primos, abuelos, hermanos, tíos... lo hemos disfrutado mucho, este año era importante que fueran  buenos días para todos. Lo han sido. Se marchó la bandeja en la mesa de centro, que cada día rellenaba de turrón y polvorones. El belén se queda un rato más... pero ese es otro tema. Ahora llega el tiempo ordinario, digo.

Ha empezado con ganas este tiempo. Aquí nada se para. Con tres adolescentes en casa lo imprevisible se hace fuerte y encuentra sitio, a codazos, o como sea, para que no nos durmamos en los laureles. Claro que esto es también previsible, normativizado, de libro.

Pues hala, a bregar de nuevo en los frentes comunes. Menos en la cocina y más en los cuartos, en el tuenti, al pie del incendio. En las tutorías y las calabazas. En los llantos de las hormonas, en los libros y cuadernos, que parecen dormidos. En las zapatillas de deporte y en los golpes que reciben y dan en los entrenamientos, en el recreo, en la vida.

Pero fíjate tú, también me gusta este tiempo. Y eso que no da tregua.

9 comentarios:

Mariapi dijo...

Deliciosa cotidianidad...aunque sea con población adolescente, porque tienes razón, al final resultan previsibles...mira yo acabo de llegar del traumatólogo con un accidentado que repite lesión cada quince días...siempre lo mismo, siempre lo mismo...
Pero maravillosa tranquilidad cotidiana.
Qué bien esto del tiempo ordinario. Saborearlo, es sólo para "gourmets".

sunsi dijo...

Mucho mejor , lolo. Aunque nos encanta que llegue Navidad, porque la Navidad es Nacimiento y porque es tiempo de reunión, de familia... Pero todo tiene su momento. Y cuando acaba piensas... tenía que acabar. Vuelta al orden y a la normalidad. Bueno... eso de normalidad según se mire. Con el trío en ebullición cada día trae más novedades que en otras épocas.
Yo lo noto mucho. Este año es más sosegado que hace un par o tres. Solo hay una tutoría. Los otros tres ya no van al cole. Eso sí. Los horarios son hippies y la cocina siempre en danza. Pero bueno... Supongo que es la chispa de la vida, como la Coca-Cola.

Besos, hedbana.

Blimunda dijo...

A ti lo que te pasa es que tienes mucho corazón y unas alas tremendas, como las de nuestro querido Cotta.

Un beso mariposilla.

lolo dijo...

Sí, deliciosa, Mariapi. Si fuera previsible no sé cómo sería. Pero así está bien, me gusta. Hay días en que puedo saborearlo, pero tampoco todos.

lolo dijo...

Horarios hippies, Sunsi... pero ¿a cuántos hippies conoces tú de más de cincuenta? Eso ha tenido gracia, una forma de mantenerse joven, hedbanna.

lolo dijo...

Qué dices, Blimunda, si las tengo requetecortadas... Son tus ojos yo creo, las mías son de andar por casa.

Blimunda dijo...

No son mis ojos, no.
Tú mírate bien porque las llevas, de eso estoy segura lolo, que en las casas precisamente se despliegan y aletean magestuosas.

tomae dijo...

...Perdona lolo, no se que decir, sólo pasaba por aquí ya sabes ...un abrazo!

Driver dijo...

Tres minutos para el final del partido.
A la pivot Lolo le pasan el balón.
Delante un gigante de dos cuarenta con las manos levantadas.
Bote, rebote.
Se lo piensa una décima de segundo y Lolo retrocede a la línea de seis venticinco.
Se gira, amaga.
Salta y ...¡CANASTA!

Buena jugada.
Tres puntos.
...
Cuando se seca el sudor con la camiseta piensa.
La vida es un juego.
...
Y comienza la siguiente jugada.
Pase, bote.
Rebote.