sábado, 9 de octubre de 2010

del rosa al amarillo (post blandito)


Mira, ahora mismo acabo de acordarme de tus uñas cuando eras pequeña. Acabo de acordarme de cómo las miraba con detenimiento para aprenderlas. Las de las manos, tan chiquitinas y formadas, tan perfectas. Y las de los pies, esas sí que eran mis preferidas. Había veces en que intentando recordarlas, me levantaba para volver a verlas. Y siempre me llevaba una sorpresa; anda, la del pie derecho en el dedo pequeño... no me había fijado en que era tan sumamente diminuta.

Ayer fuiste con tus amigas al cine. Dios mío, ¿cómo sóis capaces de pagar para ver esa birria?. Y al salir, como os quedaba un rato, entrasteis en una perfumería. Con los frascos de muestra os pintásteis las uñas de colores: verde, azul, fucsia, negro y amarillo. Viniste muy contenta porque la tarde había sido divertida. Guapa, más que guapa.

Ahora estás estudiando y me da por llorar un poco porque te estás haciendo mayor y no quieres que te borre los colores de las manos. Juegas a ser diferente... y en el fondo lo comprendo. Pero el lunes, como muy tarde, quiero volver a ver el rosa pálido en tus deditos. Cariño,  pero si eres muy pequeña...



8 comentarios:

sunsi dijo...

Van dando pasos , ¿eh, lolo?. Y a veces son tan tangibles como cuando empiezan a pintarse las uñas. Recuerdo perfectamente el día que mi hija de 18 se pintó, además de las uñas, la cara (maquillaje, rayita) para ir a una fiesta. Y , de repente, observé que se había puesto rimmel. ¿Rimmel? Se lo regaló mi madre. Ahora pretende que me ponga yo también. "Rimmel nunca, hija. Que cuando lloro de emoción o de lo que sea... imagínate las pintas..." Y el día que se suben a unos tacones... Son sólo indicios externos, pero te van avisando de que ya no es tu peque.

Crecen, lolo, crecen...

Un beso pra esta madraza.

tomae dijo...

...Perdona lolo, lo de blandito no lo veo por ningún lado...almenos los padres. Hoy mismo lo comentaba con D. el padre de una amiga que ha venido a casa...cosas de esas, de que empiecen a pintarse o incluso a mirarse al espejo...bueno seremos diferentes, pero nos ponemos enfermos...

Mariapi dijo...

¡Cuánto recuerdo las manitas! Se agarraban a mi dedo...y la ternura de su cabeza en mi hombro...
Estos días me asalta la nostalgia a menudo,me atenaza la garganta...pero la combato, porque tiene un deje triste.
Verlos crecer es bueno, y que no nos necesiten...(tanto). Doy gracias por verlos mayores, y por tantas formas de amarlos que iré descubriendo.
Ya verás, Lolo, es casi tan maravilloso como contemplar aquellas diminutas uñas ...ya verás.

Gracias, me has traído imágenes-recuerdos muy queridos.

lolo dijo...

Sí que los dan, Sunsi. Y me gusta, aunque en el post no lo parezca. Pero no puedo evitar estos ataquitos de nostalgia, de vez en cuando. Son como una concesión al recuerdo que dura un ratito. Esta vez lo escribí... no pasa nada, no?

En cuanto al rimmel ( máscara, ahora le llaman máscara..., saca tú las conclusiones), no te la pongas, Sunsi, como no sea waterproof, es decir, a prueba de agua, y de inundaciones. Y ni esas, Sunsi.

Un beso.

lolo dijo...

Bueno, Tomae, blandita es como estaba al escribirlo. Tal vez no sea blandito el post, no sé.
Crecer no es mirarse al espejo, ni pintarse, obvio es decirlo, pero cuando te las encuentras así... enmedio de un salto... Padres y madres, es decir, padres, creo que somos muy parecidos en esto.

Gracias por venir, leer y comentar.

lolo dijo...

Una forma de combatir es escribirlo. Y ves, hoy ya estoy con los exámenes... nada blandita, nada.

Si las madres conseguimos tener una vida de ternura muy larga... es que lo hemos hecho bien. O no, Mariapi?

Las próximas serán diferentes, aún desconocidas, pero seguro que les querremos mucho y diferente. Ya verás, Mariapi.

sunsi dijo...

Pero lolo... ¿A mí me preguntas si no pasa nada? Con lo azucarada que me pongo cuando me da por recordar... A mí me parece que no pasa nada nunca. Escribir, entre otras cosas, es trasladar al papel ( ordenador en este caso) lo que te ronda o lo que sientes o lo que crees...

No soy ya capaz de recordar esas manos de recién nacido sin ponerme como un blandiblú.

Bona nit desde Tarraco, lolo.

Blimunda dijo...

Ay lolo, me he quedado prendada de esa ternura tuya mirando esas uñitas tan chicas. Yo también miraba los deditos de mis hijos cuando estaban recien nacidos, algo que surgió de mi interior y tan bien hecho, tan perfecto.

Lo cuentas muy bonito.

Besos.