domingo, 23 de octubre de 2011

la benevolencia nos construye


La benevolencia nos construye from Taize on Vimeo.

6 comentarios:

sunsi dijo...

"La Benevolencia nos construye"
"Destruirse a sí mismo por severidad es muy delicado(...) nos quebranta y también nos dispersa"

Muchas gracias, lolo. El lunes de la semana pasada conocí a "alguien" ... Formuló una pregunta... arropándome con su mirada benevolente: "¿Por qué corazones tan grandes, con tanta capacidad de amar, se flagelan? Y vas tú y publicas esta maravilla.

Destruirse a sí mismo por autocrítica malsana, por perfeccionismo, por radicalidades que no vienen a cuento... Y luego piensas ...¡pero si Dios me ha creado así! ¡Y me quiere así! ...

Benevolencia, confianza...Esperanza y Paz.

Gracias, hedbanísima.

Mariapi dijo...

Precisamente porque la mirada de Dios es así: nos quiere bien.
Gracias, Lolo.

lolo dijo...

Eso, sí.
¿Cuál es la raya que separa esto del "buenismo? ¿Tú lo sabes, Sunsi? Yo deseo aprenderlo. Con esa mirada mirarme a mí y también a los otros. Qué maravilla. Me alegro si te ha gustado. Un beso.

lolo dijo...

Nos quiere bien y nos bien-dice. Qué lejos nos queda esa benevolencia, tántas veces.
Hoy también te mando un beso.

sunsi dijo...

Querida hedbanísima... Confío en que esta raya nos la distinga Dios. Dudo que la mirada humana sepa con total discernimiento si la pisamos o la traspasamos. Ya Él sopla... ¿No te parece?

Creo que nada sale a fuerza de hincar codos. Todavía resuena la frase del Padre Carlos "¿Por qué corazones grandes y buenos se fustigan?" Quizá por querer saber más con la cabeza que con el corazón. Solo con la cabeza y con los puños cerrados...

Me da la sensación de que algunos somos fruto de una educación en la negación. A raíz de ello tendemos a dirimir contando con nuestras fuerzas... tan débiles; tendemos a ocuparnos más en lo que no hacemos bien en lugar de apoyarnos en los puntos fuertes que nos concede Dios, que nos los regala... y nos mira con esa "benevolencia" de Padre... No sé por qué nos olvidamos de esa benevolencia para con nosotros mismos, que es el reflejo la SUYA. Severos... y mirando al prójimo con la misma severidad...

Perdona. Has dado en el punto flaco de la pensadora de oficio que debería meter cada día unas horas su cabeza en el congelador.

Gracias, lolo.

lolo dijo...

También yo creo que nada sale a fuerza de hincar codos. Bueno... como no sean los libros y las carreras, je.

Nos hemos quedado solas en este post chiripitifláutico... y me gusta.

También a mí me dijeron que es mejor dar gracias por lo regalado que fijarte en lo que te falta. Ese giro cambia la vida si te lo crees y lo practicas.

Me alegro de compartir puntos flacos. Un beso hedbanna, Sunsi, princesa.