El mal humor es un amigo desagradable con el que hay que llevarse bien. Si lucho con él, ni denodadamente, se me revuelve y me engaña con otro disfraz. Es mejor dejarle salir, aguantarlo en crudo, a solas y esperar. Dejar que crezcan alrededor mis alegrías, las notas de ternura que también soy. Esperar a que los buenos lo destruyan, no yo. Es un amigo desagradable y taciturno, empeñado en ver lo gris. Cuando me acompaña me pierdo los rojos y verdes, pero no le ataco de frente porque eso le hace crecer. Así que dejo que crea que soy suya y espero. Sé que se cansa pronto; a nadie le gusta que le ignoren, ni siquiera a él.
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14 comentarios:
Ignorar el mal humor...Uy, lolo. Y esto, que leído lo veo tan claro, ¿cómo se consigue en la práctica?
Si no luchas contra él , salen serpentinas por la boca. Bien. A ver... Insonorizaré el baño ...y luego me sentaré en la terraza para que me dé el aire un rato largo ¡ a ver qué florece...!
Lo probaré. Palabrita...
Es que yo tengo la teoría -comprobada- que en cuanto empiezo es como un bucle que me succiona y me paso mil pueblos. Aí que intento que no salga nada, que la incontinencia verbal me pierde.
Gracias por la elucubración, hedbanísima.
Pues a mí me pasa como a Sunsi, que cuando empiezo me paso mil pueblos o más. Menos mal que tengo mucha paciencia y me mosqueo poco...
Creo que la mejor solución es acolchar el baño con el cartón de los huevos y escupir todas las "lindezas" que nos regala el mal humor.
O hacer como mi sufridor... deambular por casa hablando sólo (incluída la gesticulación).
En fin, Lolo... tranquila, que aquí estamos para ayudarte a ignorar ese mal humor con chorradas varias (si hace falta)... jajaja
Bicos
Me has concedido un título precioso: hedbanísima, mucho mejor que pardilla, dónde va a parar...
Lo que yo hago es como si no estuviera, aprieto las mandíbulas y ya. Claro que se me escapan improperios a veces pero procuro no pararme a mirar. Siempre son los otros los que me salvan, no mi lucha encarnizada, qué va. Por ejemplo, en este caso, imaginarte en la terraza dándote el aire... una estampa estupenda, vista desde aquí. Mua.
Muchas gracias Dolores; lo de hablar gesticulando me gusta también. Pero sola, sola, sola, que como pille a alguien por medio... pobre de él. No estoy mejor, lo siento, pero no le vamos a hacer caso, eh?
En esos casos casi mejor no decir nada lolo...si no, los perros acaban mordiendo.
Soy de genio rápido, igual me viene el "negror" que se me va...con los años he comprobado que yo me quedo tan ancha con cuatro gritos, pero dejo alrededor un humo contaminante que oscurece a los otros y me devuelve a las sombras...así que he optado por tu sistema, más o menos. Ignorarlo.
Con el mal humor me pasa como con el dolor de cabeza, en cuanto aparece, a desterrarlo, por la vía rápida, ibuprofeno y no hacerle mucho caso...en ese caso leer, o cantar...cambiar de tema y mejor no exteriorizarlo, que entonces lo hago grande.
Me ha encantado, Lolo, gracias.
Buena estrategia. La pondré en práctica.
lolo... El título de hedbanísima lo llevas encima hace tiempo. Pero si ya está enmarcado y colgado en la pared de la república...
Besos, hedbanísima... y valga la redundancia
No Tomae, sí hay que decir; gracias por pasar y tan calladito...
Genio rápido... qué gracioso lo dices. El mío también es rápido, la lenta soy yo. To menos pelearse, que ya lo he probado y no. Con los años se aprenden muchas cosas, en eso te doy también la razón. Siempre eres compañía, Mariapi.
Más bien se trata de no estropear el trigo. Así lo veo yo, Jesús.
Ya, ya, hace tiempo que así me nombras. Es un honor. ¿Qué tal en la terraza? ¿Mejor? Yo más bien recomendaría el aire libre, lo del baño lo he pensado y no.
¡Buena estrategia! Tomo nota.
Un saludo.
Más que estrategia es lo único que de momento me funciona. Bienvenido de nuevo por aquí, Alegre.
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