miércoles, 2 de noviembre de 2011

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Carmen es guapa, gordita e inmensamente rica por lo que ha deducido C. en base al número de televisores  por habitante que hay en su casa. Carmen tiene amigas, pero a veces se ríen de ella cuando aparece vestida de fiesta para ir a merendar al burguer, siempre con bolso, siempre perfecta. Carmen tiene una adaptación curricular, porque no es lista.  Cuando sonríe sus ojos azules iluminan todo el barrio y en los hoyuelos de sus mejillas cabe un mundo entero.

Carmen ha celebrado su cumpleaños y ha invitado a todo el mundo a un planazo en el que no faltaba  nada y que no cuento por no dar envidia a nuestros jóvenes lectores... o a otros. C. nunca había venido tan contenta. Por sumar alicientes se mojaron cual peces en una fuente mientras Carmen sonreía. Lo sé porque he visto fotos.

La madre de Carmen también sonríe, le gusta el fútbol y tiene un marido guapísimo. Otros hijos que son querubines y dos jacuzzis en su casa. Tiene los mismos hoyuelos que su hija.

C. quiere que tengamos muchas teles y los hoyuelos de Carmen. Yo quiero el secreto de su sonrisa. 

7 comentarios:

sunsi dijo...

Me parece leer entre líneas que Carmen es una preciosidad de criatura... con un añadido que ella probablemente no tenga en cuenta: los "posibles" de sus padres. Puede montar un fiestón y es feliz porque todos acuden. Y acuden todos por... Llegan a casa con el deslumbre en la mirada. Quizá no por Carmen...
Me está entrando la congoja, hedbanísima.Bffffffff
Requetemuá también para ti.

tomae dijo...

...yo le diría a C. que hay muchos hoyuelos que se ven sin necesidad que salgan, si salen en la tele es como un lazo, pero lo que importa es el regalo...

Mariapi dijo...

Lolo, ¿me dejas que te cuente una historia de un niño que también tuvo adaptación curricular? No la puedo contar en mi blog, aunque me muero de ganas, y hoy al leerte he revivido muchas cosas.
P. es un hombre grandote pero con el interior de un niño. Estudió con sus hermanos, aunque siempre con miles de ayudas y con eso tan eufemístico de la adaptación curricular. Más penas que glorias. P. es mi hijo.
Después del colegio hizo unos módulos, y después otros...ahora tiene un trabajillo por las mañanas y por las tardes se ha empeñado en más módulos...Ahí está, cada curso. Siempre lo eligen delegado y se mete en cada lío...
Conoció a F. en uno de tantos institutos y se hicieron amigos. F. ha tenido muchos problemas en casa, ha estado mucho tiempo en agogida y ahora vive solo, trabaja como ayudante de mecánico.
P. tiene una Fe de granito. Y reza con el corazón de oro que Dios le dió.
Ayer volvió a casa feliz:"Mamá, hoy F. se ha confesado por primera vez, llevo muchos meses rezando y explicándole porque quiero que sea tan feliz como yo"

Me emocionó...¡qué poco sé del Amor de Dios...de cómo se vuelca haciendo mucho más perfectamente humanos a quienes menos tienen!.
Disculpa el rollete, pero la historia de Carmen me toca tan de cerca.

Mariapi dijo...

un poco más...me gustaría tener los dos jacuzzis y muchas teles...por P. me gustaría. Porque aunque no quisiera, me preocupa quien lo cuidará y con qué contará cuando nosotros hayamos muerto...fijate qué fe de plastilina que tengo yo...me queda la esperanza del cariño que veo en sus hermanos.
Me alegro por Carmen y sus padres.

lolo dijo...

El caso es que todos acuden, Sunsi. Y Carmen es feliz, mucho.
C. la quiere aunque flipe en colores con sus teles y sus jacuzzis. Porque Carmen es rica, no te quepa ninguna duda. No sale de la tele su sonrisa.

Muá de vuelta, Sunseta.

lolo dijo...

Lo que yo le digo a C. es que si ella tuviera hoyuelos estaría siempre mirándose en el espejo. Lo bonito es poder mirarselos a Carmen, que la tiene muy cerca y eso es un lujo.

lolo dijo...

Mariapi, gracias por venir y contarme esta historia de P., tu hijo. Yo creo que también él es muy rico. Y que tu fe no es de plastilina porque tienes cerca su granito. Creo que P. tiene y tendrá siempre una familia aunque tú no lo veas todavía. Te mereces un jacuzzi como los de Carmen, pero creo que tú te bañas en un cariño que se corta cada día. Y eso no cambia aunque tenga muchas burbujitas.

También yo tengo una historia que no puedo contar y me muero de ganas. Choca, coleguita.

Un beso y cuida ese fin de gripe.