domingo, 26 de septiembre de 2010

son como son


Hoy he ido a unas bodas de plata. Por la parte de allí. Por un lado mi ciudadana menor no ha entendido porqué la novia no iba de blanco y con velo. Y por otro yo no he entendido porqué ya no puedo andar con un tacón de cinco centímetros ni  doce metros. El caso es no entender.

Tampoco entiendo porqué las fiestas familiares no pueden durar menos de nueve horas, ni porqué  mi casa, aun llena de cajas, me parece tan maravillosa cuando vuelvo de estas sesiones maratonianas. El caso es discrepar.

Sigue haciendo calor y no entiendo porqué la gente, esa desconocida a la que creí acercarme, va con gabardina por la calle. Y con medias. No pienso ponerme los calcetines. Por lo menos hasta que los encuentre. El caso es llevar la contraria.

He comprendido, sin embargo, que cuando escribo en el blog intento ser buena. Y no. Hay que contar las cosas como son. Me lo ha dicho mi asesor metabloguero.

10 comentarios:

tomae dijo...

...me lo voy a creer lolo mola,
¿ves? lo sabía
esa diana ha dado con migo.
justo en el centro
estaré delirando

felicidades a los novios,lolo mola

sunsi dijo...

Lolo. Definitivamente tú has sufrido una mudanza durante este largo y merecido periodo estival.

Me solidarizo con el tema tacones... los largos-larguísimos eventos familiares, que llegas a casa y lo primero que haces es buscar la ropa más cómoda para poder relajarte un poco... Lo del ropaje otoñal es que la gente -esa gran desconocida- está harta del atuendo veraniego. Pero, claro...si hace calor...¿para qué pasar más calor aposta u/o a propósito?

Mucho rodeo para decirte que mola lolo que va a decir las cosas como son. O sea ¿Vamos a tener lolo en estado puro? Biennnnnnnnnn.

Besos, hedbana.

Observo que ya te acuerdas de cómo se suben las imágenes.

lolo dijo...

Qué dices, Tomae. No te entiendo.

Pero gracias por venir, visitante generoso y fiel. No molo yo, mola lolo. ¿Entiendes?

lolo dijo...

Has dicho mudanza, hedbanna?, has dicho mudanza? Mira, como me ponga en estado puro lo cuento.

Por eso, iremos purificando poco a poco. Releí algo del curso anterior y me aburrí tanto... Voy a intentar quitar algo de seda. Bueno, o no, ya veremos.

Ahora te hablaré de mis tacones, o mejor aún de mis pies. Tú sabes, hedbanna, lo que es el dolor, no? Elévalo a la enésima potencia, añade calor y un buen, pero buen, rato sentada y... cuando me levanté de aquella silla fué como si todas las centellas se reunieran en los dedos de los piececillos. Ellos, tan libres como han sido este verano, tan a su bola, tan sin nadie a quien rendir tributo... no, en serio, no llegaba al coche, o el coche estaba muchísimo más lejos, no sé.

Eso es dolor del bueno, del de llorar, además del ridículo bestial, andando como una imbécil muñequita y todos adelantándome, cual furgoneta humillada en la autopista. Chica, horrible. Aún los tengo hinchados hoy, ni descalza se me pasa.

He concluido dos cosas: la edad no perdona a mis pies, y debe ser porque al estar toda yo tan joven... y la otra que mi vida va a ser plana, en adelante.

sunsi dijo...

A ver, lolo. ¿Qué centímetros medían esos tacones? Que ahora que ya tengo hija mayor...18 años...ya ves qué mayor, que se ha hecho un hartón de ir a fiestas de ídem dice que altos son a partir de 9 cm. Y mortales los de 13. Mide, anda, que me cuenta la ciudadana, que está a mi lado, que duele mucho. Palabra de adolescente.

¿Te sirve de consuelo si te digo que mi hermano se casa en diciembre y no me atrevo con tacones altos? Es que ya ni sé caminar con ellos. Para pasar un mal rato y no disfrutar del evento... altura la justa.

Me he reído ... lo siento. Es que describes que parece una broma...

Otro beso.

lolo dijo...

De acuerdo, me gusta este tema.

Los tacones no eran de más de 6 cm. Pero: dado que mis enseres todos hallanse empaquetados por toda la casa y que tuve que buscar como posesa entre un montón de cajas, y dado que fueron los primeros que encontré que le fueran a mi vestido, negro, y dado que en los últimos pongamos 5 años mi masa corporal, incluidos los pies, se ha visto aumentada en gran medida... no sé si por la estrecha punta , o por el peso que sujetaban, o porque es cierto que cada vez soy más libre en el tema del tacón, al que le he dado esquinazo hace tiempo... El caso es que pasó lo que pasó.

Los de 9 y 13 centímetros, que los veo, no te creas que los veo por ahí a las niñas de 18 y también a alguna cuñada y tal y tal, son instrumentos de tortura, no me creo que no lo sean. Pero la venganza será terrible; lo pagarán cuando sean viejas, ya verás. Ahora que, entre tanto, que les quiten lo bailao. A esa edad yo me subía a una torre si hacía falta. Y luego... pues la vida plana tiene muchas ventajas, no creas.

Para la boda de tu hermano te recomiendo que elijas en primer lugar el bolso. Es imprescindible que quepan unos zapatitos bien cómodos. Pero a la ceremonia sí, tú como una señora, que es lo que eres. Eso, como hacían antes esas abuelitas que nos daban risa y vergúenza... pues igual.

tomae dijo...

...yo tampoco entiendo de tacones, mi pequeño saltamontes.

Mariapi dijo...

Tal vez, cuando escribes en el blog intentas "ser buena", precisamente porque las cosas son "como son", coméntaselo a tu asesor metabloguero...

Y los tacones. Los he redescubierto este verano. No los calzaba desde que estrené maternidades, y ha sido divertido.
Acosada por mis asesoras, que no me dejan descansar en la tranquilidad de lo "clásico", he saltado sobre los 9-10 cm...la clave está en el grosor del tacón y la base...y el bolso adecuado para llevar unas buenas deportivas, en eso tienes todita la razón.

Un placer leerte, un abrazo.

lolo dijo...

Tomae, no me lo creo. No me creo que no entiendas de tacones.

Pequeño saltamontes no. Llámame lolo.

lolo dijo...

Mariapi, qué bien que vengas.

A lo primero, no sé yo.
A lo segundo, me encanta que te hayas dejado guiar por tus asesoras. Debe ser una gozada mirar hacia abajo desde las alturas. Con los zapatos tan bonitos y femeninos que hay... Y también más cerca del cielo, oye, aunque sea centímetro a centímetro.

Gracias, Mariapi.