miércoles, 23 de junio de 2010

tiempo


Lo he pasado muy bien este tiempo de blog. Imaginando, jugando, recordando, sonriendo, celebrando... Han pasado días en blanco y otros en los que se me hacía tarde y hubiera seguido... y seguido. Lluvias y sequías. Han pasado muchos colores; grises, azules, naranjas y rojos. La ilusión de volver al post y leer los comentarios. Para mí, que siempre he escrito para alguien, hubiera sido otra cosa sin vosotros. Quiero daros las gracias, con mayúsculas. Sigo sin saber si hay más gente que lee, no sé instalar un contador todavía, creo que no quiero saberlo. Así hay misterio y esa pizca de curiosidad que mantiene más vivas las cosas.

Me voy a la playa dentro de unos días, creo que volveré en septiembre, vacaciones eternas... Según como sea mi verano, igual hasta me conecto y mando señales. Os echaré de menos. Que vuestro verano sea feliz,  aunque sea duro. Y por favor... démonos tiempo.


martes, 22 de junio de 2010

eras tan poquita cosa



Porque tu alegría  y  tus cosechas de calabazas van juntas,  porque vas a suspender un capazo y me va a costar ponerme seria, porque me da la risa cuando tengo que reñirte, porque cuando te portas mal es cuando más te quiero. Porque ni un día me olvido de aquellos ojitos negros, el primer día. Porque no me vas a oír, buena eres, pero me tienes loca.

domingo, 20 de junio de 2010

niños

jueves, 17 de junio de 2010

agua de beber



A ritmo animado pero lento, bossa nova.
Los libros en cajas y la memoria... a saber.
Queda menos, mucho menos, está pasando.
Cada estrofa a su tiempo, cada verano a su manera.
Va llegando el agua de beber.

martes, 15 de junio de 2010

lunes, 14 de junio de 2010

catorce de junio




a tientas, con paciencia... seguimos buscando




P. S. "El deseo muere automáticamente cuando se logra; fenece al satisfacerse. El amor, en cambio, es un eterno deseo insatisfecho." Ortega y Gasset
                              

domingo, 13 de junio de 2010

festival de tatuajes



He escuchado en la radio que hay una feria de tatuajes, con la presencia de "la mejor tatuadora del mundo". Suena a circo, ya lo sé, pero tiene canal propio en televisión y estará en un centro comercial todo el fin de semana .

A ver cómo lo cuento, no sé nada de tatuajes. Mi particular enciclopedia me dice que se remontan al neolítico. Creo que está muy al día la Wiki,  no lo dudo, no lo dudo. Pero yo me acuerdo de piratas,  marineros, presidiarios... no importa. Hombres fuertes y aguerridos que querían dejar en su cuerpo una huella para siempre.

Hoy seguro que veo alguno, ha subido como la espuma esta moda. Mires donde mires: brazos, piernas, cuellos, tobillos, torsos, manos, pies... no sigo. En color y en blanco y negro. Diseños imposibles. También he leído que los tatoos identifican. Una necesidad tribal y antiquísima, esa sí.

Lo que creo es que quien se tatúa busca sin saberlo algo que dure, que dure para siempre. Y aunque no me gusten  lo comprendo; es tanta hartura la que tenemos de cosas que no permanecen...

viernes, 11 de junio de 2010

una cenita al aire

 
Ayer salí a cenar con dos amigas. Vida propia que tiene una, me encantan las incongruencias. Después de cambiar cinco veces la fecha y la hora,  anoche, a las nueve, nos fuimos a cenar a una terraza. Saqué muchas conclusiones, pero seré buena y haré un resumen.

Cuánta gente hay por la calle a esas horas, un jueves, junio... no lo entiendo. Muchas de vida propia como nosotras pero como más acostumbradas, qué cosas.
Qué bien estamos las tres y cómo nos conservamos desde la última vez que nos vimos a solas... hace algo menos de un año. En serio, estábamos hasta monas, también nos gusta arreglarnos para las amigas.
Qué maravilla que ninguna esté a dieta y disfrutáramos tanto de la cena y encendiéramos tantas veces las velitas que se apagaban por el viento. Y que dos copas de vino nos hicieran reír tanto.
Cuán ágil una conversación solo chicas, imposible decir de qué hablamos, fue un repaso vital, con todo...

... de la casa, de libros, de los hijos, de los coles, de la Uni , de trabajo, del pasado, del futuro, de pestañas, de uñas, de los padres, los hermanos, los amigos, de los hijos, de libros,  de cursillos, de internet, de sofás, de campamentos de los hijos, de suspensos, de aprobados, de los hijos, un poco de los maridos, de colores, de libros, de los coles... Bueno eso, de todo.
Qué comedidas en la crítica pese a todo lo que sabemos, porque somos comedidas. Con todo lo que sabemos... sabemos de todo.

Y en fin, cuánta vida propia, que va a resultar que me gusta. A la próxima quieren venir los maridos... ya veremos si vamos a un sitio de velitas, porque no se veia lo que comíamos.

jueves, 10 de junio de 2010

sin palabras















Cada día es más fácil colgar un post. Lo que tengo en la cabeza no son palabras. Solo un deseo. Paso de intentar otra cosa. Perdón y gracias.


Postnota; creo que intentaré ver esta película.

miércoles, 9 de junio de 2010

la pelotita


Si algún sonido doméstico está poco estudiado por ingenieros y  partidarios de la descontaminación acústica es el de la pelotita.

En mis años universitarios estudiaba pared con pared al cuarto de mi hermano, el pequeño. Muchos días esperaba a la noche para conseguir el silencio necesario y atornillar los larguísimos manuales a mi distraída cabeza. R. tenía instalada una canasta de baloncesto y más que su pericia (menos ruidosa), recuerdo los golpecitos incesantes y su constancia, pimpim pom pim pimpompom...

Creí haber olvidado el pim pim pompim durante algún tiempo, pero he aquí que ha vuelto el soniquete a pertubar nuestro sosiego y se ha convertido de nuevo en la banda sonora de junio. Otra vez junio. Pimpim pom pim pimpom pom pim pam; horas y horas de pim pompom pim. Horas y horas. Por qué. Cuál es el equivalente de una pelota para una niña. No lo hay, no.
Un año creí haber descubierto el remedio prohibiendo -sí, prohíbo- las pelotas ruidosas dentro de casa. Recuerdo que compré una blandita que sonaba de un modo puf pif pifpif puf paf paf pif, algo menos incómodo. Pero era demasiado intrigante su contenido y acabó descosida en un arrebato destripador.

Ahora, como las de fútbol y baloncesto duermen fuera, ha nacido una estrella: la de tenis. Aunque pequeña, su pim pim pim pimpim pim es rapidísimo... y desquiciante. Lo equipararía al de un frontón pequeño, nada de hierba ni tierra.

Quisiera saber cuántos junios nos quedan con este suplicio. Pero no quiero sugerencias,  pelotitas las hay y muchas; cualquier ruido repetido incesantemente es terrible cuando hay que concentrarse. En fin.

martes, 8 de junio de 2010

...



lunes, 7 de junio de 2010

desayuno con bicicletas



Buenos días de lunes por la mañana. Hoy he programado la entrada para que nadie se quede sin jugar en el desayuno. Os propongo una sonrisa y que interpretéis este gráfico. Ánimo a todos, hay que pensar... pero poco.




viernes, 4 de junio de 2010

vida propia



Ya lo había oído antes, pero me flash-eó hace unos meses en la peluquería. Con el ruido de los secadores las señoras hablan muy alto, y claro, sin quererlo... se oye todo. A mí también me pasa; ya sabes, el ridículo cuando la chica que te seca apaga el aparato y te quedas con la palabra colgando y haciendo ecos...

Pues eso, que estaba poniendo la oreja en la conversación de al lado, es la verdad, y no sé de qué hablaban cuando sonó rotunda y sonora la frase: "es que no tiene vida propia". Inmediatamente puse un mensaje a mi hermana: "tienes vida propia?" Esperé ansiosa la respuesta y suspiré cuando llegó: "vida qué???" Qué susto, creí que me estaba perdiendo algo.

Las señoras de la pelu creo que hablaban de cenas, vacaciones con amigas y salidas entre semana. Ay, Lolo, que escuchaste más de lo que decías. Y se referían a alguien que no, no la tenía. Esto era horrible según ellas, porque ya puestos me interesé en saber cómo acababa la conversa.

A estas tonterías que me pasan les doy muchas vueltas porque me ayudan a entender otras cosas. Cuando hoy iba a escribir la entrada he pensado, como excusa, que por eso las escuché,  por lo de la vida propia.

jueves, 3 de junio de 2010

un cubo que sonríe




Hoy estoy enfadada. Disgustada, más bien; cosas domésticas. Nada que ver con junio, que por si solo se basta y sobra. A más, a más, que dirían. He empezado tres veces,  no quiero salpicar la mermelada de fresa. Y nada. Sequía. 

Pero de repente me ha venido a la cabeza una idea: qué alegría que sea más fácil escribir algo bueno.

Y oye, me he quedado tan contenta. Qué gusto ser simple.
Nada de smile; una sonrisa cuadrada, como una ventana, como un cubo, vaya.

martes, 1 de junio de 2010

lo mejor, las personas




Cuando navego por internet y veo que la gente hace cosas como esta... tengo que reconocerlo, siento envidia. Nada de envidia sana. Envidia y punto.

¿De dónde sacan el tiempo, las ganas, el gusto por las cosas? Cuánta paciencia suponen, cuánta gracia. Qué personas maravillosas hay detrás de las cosas bien hechas, a ritmo lento, con las manos. Me quedo perpleja y muy, muy envidiosa. A veces pienso: bah, no tendrán nada que hacer. O: es una forma de autocomplacencia. Soy mala, ya lo he dicho otras veces.

Este fin de semana vino mi hermana P. con su familia. Su hija T., que dormía en casa, cuando deshizo la maleta vino a la cocina y me dijo: toma, un detalle de parte de mi madre.

Este mundo virtual tiene algo también de fantástico. Descubres muchas cosas, es verdad. Algunas parecen hasta mentira. Pero luego resulta que tu hermana hace mermeladas y tú no lo sabías. Y se te pasa la envidia y te das cuenta de que lo importante son las personas. Y están muy cerca. No sé si se me entiende.