martes, 19 de junio de 2012
miércoles, 13 de junio de 2012
básicos 2
"Por otro lado resurge en varios lugares una forma de neoliberalismo
capitalista que subordina la persona humana y condiciona el desarrollo de los
pueblos a las fuerzas ciegas del mercado, gravando desde sus centros de poder a
los países menos favorecidos con cargas insoportables. Así en ocasiones, se
imponen a las naciones, como condiciones para recibir nuevas ayudas, programas
económicos insostenibles. De este modo se asiste en el concierto de las naciones
al enriquecimiento de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de
muchos, de forma que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más
pobres."
Omito el autor y lo dejo a vuestra reflexión.
jueves, 7 de junio de 2012
sobras, restos y manías
Como en la nevera quedan esos restitos los vamos a aprovechar. Siempre hay alguien que los encuentra deliciosos. Yo no. Primero hay que hacer presión para acabar el día que se estrena. Con el poco o mucho éxito que se obtiene se empiezan a colocar en un plato de entretiempo, para la noche, a ver si cuela. Después llega el taper: éste no, uno más pequeño, o más grande, cada vez calculo mejor. Allí reposan uno o dos días, hasta que de repente alguien no viene a comer, echo mano de ellos y solucionan la comida, otra vez.
Qué distinta la sensación a la del día de la compra. Si queda un taper sospechoso lo tiro con menos miramiento. Casi todo es nuevo, orden y limpieza, en el frigo y la despensa. Dan ganas también de ordenar los cajones del baño, los estantes de libros, sacar los rellenos de los almohadones y volverlos a llenar... es un furor lo que me entra. Parecido al que siento cuando tengo unos zapatos nuevos; imposible estrenarlos sin ordenar y limpiar los demás. Una cosa rarita, la verdad.
A veces, en la despensa, da tiempo de ordenar, separar por caducidades, merchandaising del hogar. Aunque este cliente es difícil de engañar. Si hay algo nuevo y mejor al fondo lo encontrarán. Seguro que lo encontrarán. Qué sé yo: una bolsa de patatas sin pinza ni nada, por estrenar. Los clientes saben que ésa es la mejor para aperitivear. Una caja de cereales nuevecita, con su cajita y tal; los clientes saben que es ésa la que tomaran para desayunar y dejaran la empezada por si alguien que viene detrás prefiere el sabor de lo conocido y no la novedad.
En resumen, aunque ahora no acabo de centrar la teoría - dado el mes que corre se me va a perdonar- la dejo aquí perfilada para que se compruebe si falla algo en el planteamiento o es que los restos, las sobras y las manías son difíciles de gestionar.
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