O he tocado algo que no era o ahora vemos en el blog, a la derecha y al margen, el fatídico y naranja cupón. Uno de ésos con el aspa de cierre bien difícil de cliquear. Hale, para fastidiar.
Mira si me da rabia que me quita las ganas de bloguear. Es que es abrir y me aparece, ¿os pasa a todos igual?. No lo encuentro normal, seguro que estoy patrocinando algo. Me parece de un intrusismo bestial. ¿A quién han pedido permiso?. Creía yo que en el espacio intersideral tenía una casa limpia y ordenada para gente de buen querer, sin monetizaciones previstas, todo gratis et amore porque yo lo valgo y mis amigos también. Pues no, aquí me han colocado un cupón que me recuerda cosas que no quiero, como son: loterias de tipo variado, papelitos que se pegan en un cartón, el súper que dice que te regala una plancha y luego resulta que no, boletitos para meriendas, boletitos para volver a comprar un montón pero que sea en leche o en lo que menos venden o en lo que va a caducar, aceite de oliva en la gasolinera, puntos para renovar... un micromundo cuponil en el me niego a entrar. Me niego a entrar pero me lo han colado, ya ves tú.
Ya sé que casi todo es virtual, y que el espacio es de todos y tal, pero que yo sepa para sobrevolar mi casa, y más a esa altura, por lo menos habrá que avisar. Es posible que viniera explicado en una subtecla de un subcontrato que algún día firmé por esa terrible y práctica costumbre de apretar a "siguiente" sin leer. No sé.