lunes, 18 de abril de 2011

plan de vacaciones


Esta semana, el Dios en quien creo se llama Jesús y lo compatiré.
Esta semana  gritaré con Él. Una vez solo gritaré.
Esta semana le haré compañía, en el dolor del mundo, le acompañaré.
Y esta semana el Domingo, tras haber esperado, confiaré.
Si Él quiere, para siempre confiaré

sábado, 16 de abril de 2011

qué hace una chica como yo en un taller como ése

Pues esperar. Esperar a que saliera el mecánico con las pinzas para intentar arrancar mi cochecillo. Ya está. Y entre tanto me dió por pensar. Empecé por fijarme en el calendario obligatorio en todo taller que se precie. Qué feo es un taller; lógico que allí no trabaje ninguna mujer. Empecé a observar a los chicos con su mono sucísimo y azul y me vino a la cabeza el tema de la sexualidad.

Qué pena que nadie quiera hablar de esto. Pero no me extraña, pensé; si hasta un blush puede llamarse "orgasmo", no es tan fácil proponer el tema con un poco de cordura y sentido común. Vivimos en un mundo hipersexualizado; esto no es ningún descubrimiento, ¿no?.

Los de mi generación descubrimos con cierto rubor, como el del colorete, que amar con el cuerpo era una maravillosa forma de amar. Había mucho de misterio y eso le daba mucha emoción. Ahora las cosas son muy diferentes; a mano de cualquiera está, en su forma más indecente y explícita, cualquier contenido, imagen o publicidad que nos restriega por los ojos que ligotear, seducir y copular es absolutamente necesario si uno quiere ser normal.

Hace tiempo, por razones dispares, decidí cambiar mi lenguaje, mi forma de enfocar.  Me pasé al lado oscuro porque con mis adjetivos y verbos no me hacía entender. Así cayeron mis anillos al suelo y empecé a llamar a las cosas por su nombre, con su nombre popular. Lo hago igual con mayores y pequeños, con algunas diferencias, pero en lo básico igual.

No tengo ninguna vergüenza, ¿por qué la habría de tener?. Si quien quiere habla como quiere de los calendarios del taller, a ver porqué yo no puedo decirle a esa niña que se guarde para quien la quiera del todo, que cruce las piernas bien, o a esa señora que le explique a su marido sus motivos, que si ha pensado en entregarse con gratuidad; a ese chico que no dilapide, que se haga fuerte y deje pasar a su novia delante de él. Y si me preguntan, como una vez, que cuándo puedo "hacerlo", les contestaré que hacer "el qué". El amor no se hace,  uno vive amando, vive hombre o mujer; con  respeto porque yo soy mi cuerpo y el otro también. El amor no es un blush que se quita al desmaquillarse, es esencia para la que estoy pensado, para la que soy. Un precioso regalo cuando se recibe y se da; nada que ver con la fatal literatura y propaganda que sin haberlo pedido se nos mete hasta para desayunar.

No lo encuentro tan arcaico ni tan difícil de explicar. Si no llega a ser porque ha salido enseguida el mecánico y me ha cargado la batería muy bien, me quedo un rato y se lo cuento a los de top accesorios, que así se llamaba el taller.

viernes, 15 de abril de 2011

ojos que no ven


Como novedad, ya que no hay otra, contaré que hoy he ido al oculista. Ay no, oftalmólogo, perdón. Puede que hiciera diez años que no iba, sin exagerar. Últimamente lo de mis ojos ya no podía esperar. Como me daba tanta pereza, porque me imaginaba lo que iba a pasar, he añadido un nuevo ingrediente: he ido a uno que tiene la consulta cerca de casa, al que no conozco ni me conoce, por animarme y vivir una nueva experiencia... doy un poco de pena, ¿verdad?. 

Claro, han tenido que tomarme los datos. Al decir mi fecha de nacimiento y por tanto mi edad, una enfermera muy graciosa se ha puesto a bromear; que si cómo se van notado los años, que si el cuello, las arrugas, que si tal. Me ha parecido una antipática y me ha caído muy mal. Pero como al mal humor no le hago caso, le he seguido la broma, jiji, jaja. Me ha dejado sola en una salita; me he dedicado a hacer pruebas para saber hasta dónde veía tomando como referencia objetos a corta, media y mediolarga distancia. Fatal. Veía fatal.

Ya en la consulta el médico ha hecho su trabajo muy bien, con unos aparatos ultramodernos, si comparamos con mi última vez. Le he contado mis penas visuales y ha vuelto a salir con lo de la edad. Y eso que era un señor la mar de serio y profesional. Vale, ya no tengo dieciocho años, eso salta a la vista aunque no mire la ficha que acabo de estrenar. Me ha hecho una receta y me ha dicho que con las gafas que me van a hacer voy a entrar en una dimensión distinta, a la que me tengo que acostumbrar. Si lo hago no necesitaré volver a su consulta hasta las cataratas, jiji, jaja. No, era un señor estupendo; es lo que debía decirme, se agradece la sinceridad.

Probaré por si veo más colores, pero con las dimensiones actuales ya voy bien. Si soy tan mayor tampoco tengo edad para empezar a ver que los objetos vuelan por encima de mi cabeza o se abalanzan las croquetas hacia mi cuello que empieza a entrar en estado de flacidez. No suelo quejarme de mis años, que por cierto llevo muy bien, sobretodo por dentro, pero creo que lo tridimensional es más que nada por lo de Sinde. Que se ha puesto de moda y no hay manera de parar.

(autodedicatoria en el día de mi adultez visual)

miércoles, 13 de abril de 2011

mal humor


El mal humor es un amigo desagradable con el que hay que llevarse bien. Si lucho con él, ni denodadamente, se me revuelve y me engaña con otro disfraz. Es mejor dejarle salir, aguantarlo en crudo, a solas y esperar. Dejar que crezcan alrededor mis alegrías, las notas de ternura que también soy. Esperar a que los buenos lo destruyan, no yo. Es un amigo desagradable y taciturno, empeñado en ver lo gris. Cuando me acompaña me pierdo los rojos y verdes, pero no le ataco de frente porque eso le hace crecer. Así que dejo que crea que soy suya y espero. Sé que se cansa pronto; a nadie le gusta que le ignoren, ni siquiera a él.

martes, 12 de abril de 2011

jueves, 7 de abril de 2011

tarde con ellos


Pon que estamos en abril. Ha hecho un día precioso, de sol,  incluso calor. Los chicuelos salen del colegio sobre las dos; llegan a casa, comen, ven un rato los deportes y se meten en su habitación. A eso de las cinco y poco salen con un hambre atroz, se meriendan lo que se les ponga delante y vuelven a su cuarto sobre las seis. A las seis y cinco empieza a sonar el teléfono; que si qué ejercicios iban, que si cuántos temas son. Me bajo para hacer fotocopias, vale, no tardes por favor. A las siete, más o menos, se oye un rap descomunal, estoy descansando, ¿te gusta esta canción?, ¿puedo poner el ordenador?. Ya sabes que hay un horario, es para un trabajo, ¿le digo que sí o que no?. Media hora más tarde anuncian que se van a duchar y despejarse; estarían dormidos, pienso yo. El agua corre y corre, parece que también se van a afeitar. Salen perfectamente limpios y suena el teléfono otra vez: mañana hay partido, dónde quedamos, llamas tú o llamo yo. Pienso qué haré para cenar. ¿Te ha cundido la tarde? Pues sí, qué te crees, ¿que no?.

En su defensa hay que decir que son jóvenes y guapos. Y el futuro es una cosa muy rara que aún no saben si va a llegar. El mundo gira a su alrededor, la primavera aprieta, las niñas les miran, ellos se crecen, se peinan, se gustan y se olvidan de que cada día es importante, sobre todo hoy. 

No hablo del tuyo ni del mío, hablo de la desesperación... Luego llega junio y os extraña. Lo que se cuece ahora, y lo que se coció, es lo que hace que luego pase lo que pasa. Solo que este año lo veo venir de lejos y aún es peor.

martes, 5 de abril de 2011

feria

Mira que me pareció feo el vestido y que eso me importa también. Y que fueron los otros los que salieron por la puerta grande, se llevaron orejas, ovaciones y lo demás. Y mira que yo no entiendo nada, pero cuando una se enamora platónicamente y con motivos, cuando a ese torero, a ése, le ves que tiene todo lo que hay que tener... cuando te hace sentir escalofríos de emoción por ver lo que quizá nunca verás, cuando lo que esperas se intuye en un pase solo, en uno, o en medio dibujo con la capa anunciando el sueño, el arte, el hombre frente al animal; no ganando la lucha con la espada solo, sino dándole lo que merece por noble y bravo y bueno y porque ha nacido para dejarse torear... cuando todo esto pasa en una tarde de toros, es tal la alegría, el cosquilleo, las chiribitas y el corazón arrebatao y la ilusión por seguir mirando y las ganas de más, que te mantiene todos los sentidos alerta  hasta la feria del año que viene y si Dios quiere otro más y otro más y otro más.

domingo, 3 de abril de 2011

pequeña noticia


Desde mi impuesto retiro y por si  hubiera quien me sigue con interés, tengo que deciros que ayer fui a comprar flores -cosa que dará una medida de mi estado- y me encontré con la desagradable sorpresa de que mi Liu ha cerrado la persiana. Lo siento por ella y por mí, y espero que no sea una señal. Buen domingo a todos. Hoy salgo a la calle a respirar aire de mar.