viernes, 26 de febrero de 2010

la alabanza me avergüenza porque la mendigo en secreto



No sé si dejar esta entrada sólo en el título. O no.

Oh, no digas eso, si estoy supermayoooor. Por favor, qué va, tú sí que lo haces fenomenal. Que no, que lo he hecho en dos minutos, que no me cuesta nada.
Se me ocurren demasiadas versiones de esa falsa modestia que conocemos. A veces son reacciones sinceras. Cuesta que digan bien de uno.
He oído por ahí que el halago debilita. No estoy segura. Si es constante, sí. Pero ¡cómo se agradece cuando lo necesitamos! Vamos a dejarlo ahí.

Mendigarlo ya...es peor.

miércoles, 24 de febrero de 2010

despedida

Tengo que decirle algo al invierno, que se me marcha.

Claro que esto va por barrios, por personas. Aquí hoy ya se mueve el aire y huele de otra manera. Se va. Y ayer o el otro era septiembre y parecía imposible febrero.
Está bien que pase para que vuelva. Me gusta el frío y temo a la primavera. Pero ésta va a ser buena, ya viene. Los niños tienen prisa. Ayer tomaban papilla. Que pase la vida. Que me pille en medio.

Voy a decirle algo; que me trajo un blog y soy un poco menos vieja.

martes, 23 de febrero de 2010

imagine

Tánger, dieciséis de febrero 2010.

Imagina que diste a luz el domingo pasado en un hospital público marroquí. Un niño precioso.
Imagina que te dieron el alta al día siguiente, lunes.
Imagina que volviste a casa, cansada, sangrando del post-parto, con dolores aún en un útero que lucha por volver a su sitio.
Imagina que en casa te está esperando tu niña de dos años y dos meses y tu pareja.
Imagina que esta mañana mientras bañabas al bebé comenzaste a ver que le costaba respirar.
Imagina que corriste al hospital público marroquí.
Imagina que te dijeron que no podían atenderte.
Imagina que fuiste dos veces.
Imagina que la tercera vez tu bebé dejó de respirar casi en la puerta del hospital.
Imagina que pediste auxilio por tu bebé muerto.
Imagina que se lo llevaron a la morgue del hospital.
Imagina que a ti, a tu niña de dos años y dos meses y a tu pareja os llevaron a comisaría.

Imagínate que todo eso te ha pasado hoy.
Imagínate que a todas nos duelen sus entrañas.
Imagínate que a todas nos duelen nuestras entrañas».

*Así lo he recibido. Así lo reenvío. Y seguiré arrodillándome, porque hoy he visto a Dios en negro y sin papeles.
+ Fr. Santiago Agrelo Martínez
Arzobispo de Tánger

Fuente: Eclesalia.

domingo, 21 de febrero de 2010

érase que se era

Luego pensé en otra canción, más de sábado por la tarde. Y como estoy emocionada con esto y aunque sea Domingo por la mañana, la pongo.


MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com



Un momento. ¿Alguna conclusión?


sábado, 20 de febrero de 2010

érase una vez

Ya había dominado el cuadrito que me gustaba y cuando fui a ponerlo... me meten publicidad.
Me puse a buscar solución y esto es lo que he conseguido. Claro que lo explico resumido. Si cuento la versión larga... parece una broma. Es una bonita canción, que viene con recuerdos de entonces. Tarde de sábado.


MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com



PS; me ha parecido complicadísimo.

sábado, 13 de febrero de 2010

mayor con reparos

Como voy poco al cine, espero algo de las películas que veo. Y sí, algo hubo pero...

Nos la aconsejó una persona de nuestra edad; edad madura tirando a mayor, quiero decir. Hubo media hora en la que pensé que habíamos acertado. Parecía que íbamos a ver una buena película. Pero no. No.  

Es así. No pedía  un documental, ni una clase de la historia reciente. Sólo una película, una película para mayores. El rugby es un deporte que no entiendo, pero no son esos mis reparos. Mis reparos son que no me gusta que me traten como una blandita, que no me gusta que me hinchen la vena sentimental, que  no me gusta que me cuenten las historias para que me ponga a llorar y apoye la cabeza en el hombro de mi novio. Ayer quería emocionarme, de verdad. Pero no podía.

Una pena. Y además, hacía frío.

jueves, 11 de febrero de 2010

de la lluvia y la sequía

No sé si es una sequía o que esto de contar en público me paraliza. O las dos cosas a la vez.

Normalmente escribo con más fluidez, quiero decir, cuando escribo a alguien o para algo. Desde aquí no escribo a nadie, y tampoco sé muy bien el motivo por el que lo hago. Muy raro. Sé  que está ahí esperándome, abierto como un cuaderno en blanco; sin estrenar, que hasta ahora sólo he decorado  un poco la portada. 

Pero sé que no quiero dejarlo. Oye, igual esperando llueve.

martes, 9 de febrero de 2010

la pérgola

Esta mañana he tenido una entrevista con la tutora de una de mis hijas. Para prepararme, he ido a desayunar a la Pérgola.

La Pérgola no es un bar cualquiera. Está en una alameda y es un antiguo quiosco con terraza. Tiene cocina, pero como está fuera no huele a aceite. Esto es muy importante. Cuando voy sola me siento en la barra.  Otro día cuento cómo giran los taburetes si dejas los pies colgando. Desde allí puedo mirar lo que se cuece, quién entra y sale, hasta la tele si quiero, aunque está siempre sin voz. No es que las tortillas sean excepcionales, que lo son, ni que los bocadillos de pan bueno se salgan de cómo mezclan lo que llevan. No, no es eso sólo. La Pérgola es un bar bar. Lavan a mano la vajilla, los abridores están incrustados en el mármol de los fregaderos, el zumo es zumo sin varilla que lo remueva y lo hacen cuando alguien lo pide... El café es café. En taza, con cucharilla pequeña y bolsita de azúcar con frase lapidaria.

Pero lo mejor de la Pérgola son sin duda los camareros. Hijos y sobrinos de los dueños que se retiraron hace poco. Altos, grandotes y saludables. Limpios, con camisa blanca y chaleco en invierno. Te dicen qué vas a tomar guapa y cóbrale  a la chica; nada de señora qué desea, que no pega. Y te ponen un pedazo bien grande de tortilla de patata. Así, sonriendo, y hablando con los clientes de motos o de fútbol, sin dejar  de trabajar. Con un orden y una organización pasmosa. Un día me salvaron de una multa. Cierran los Domingos y Fiestas de guardar. En verano a las doce recogen. Trabajo no les falta. Son estupendos.

He hecho bien en prepararme para la tutoría.

lunes, 8 de febrero de 2010

no hay novedad

Estoy intentando poner música, pero todavía no lo consigo.
Me gustan los blogs en los que hay una canción que puedes escuchar, según tengas más o menos tiempo. En fin, será más adelante.

Tampoco sé si viene alguien a mirar o no; emocionante. Me siento como si estuviera en un parque con los ojos vendados y ni siquiera notara si alguien se acerca a escucharme. Me gusta la sensación.

Pensaba el otro día que es muy estimulante empezar algo. Hace unos años me hubiera lanzado sin medida, tal vez algún día lo haga, pero ahora no tengo prisa. Me puedo pasar días así, sin decir nada. O tal vez no tenga nada que decir. En los dos casos habrá merecido la pena.

Es de risa, ya lo sé, pero no pasa nada.

jueves, 4 de febrero de 2010

empiézate una labor

En menudo lío me he metido. Y todo por hacerle caso.

El otro día leí que las amas de casa abren blogs para hacer amigos y desahogarse de las durísimas vidas que llevan. No sé. Yo trabajé muchos años y nunca he vivido como ahora. Es verdad que mis problemas son muchos y poco variados, pero cuando los analizo me encuentro con la vida de frente. En vivo, y en directo.

Ya no voy al cole a recoger a mis hijos. Saben volver solos, y vuelven. Yo les espero. Estoy aquí. Es bonito.

¿Qué más? He comentado durante algunos meses. En realidad es lo que me gusta hacer. Pero, ¿y si un día me quedo con ganas de lanzar algo al espacio y nadie me da pie? No se sientan obligados a visitarme mis admirados blogueros. Los elegí porque lo que hacen está muy por encima de lo que yo sería capaz. Sois mi referencia.

Lo último: pedir perdón. Aún me falta mucho para entender los intringulis, protocolos y etiquetas del espacio intersideral. Creo que tendría que lanzar, enlazar, y más cosas. En principio no lo haré. A ver qué pasa.

Dedico esta bonita entrada a mis hermanas. Por si algún día les digo que tengo un blog.

martes, 2 de febrero de 2010

quien bien empieza...

Mucho título para poco blog, pero bueno. Lo dejo aquí. Que no hay como callarse.